Así se ofrece el anón en las calles y mercados de Caracas en Venezuela. Un fruto tropical americano que en octubre puede cosecharse también en Guayana. Su apariencia no es muy atractiva ya que parece un armadillo verde ennegrecido. Pero cuando está maduro, al abrirlo, su pulpa blanca se ofrece dulce y sabrosa aunque llena de pepas negras. De hecho pareciera que todo su interior es una colección de pepas cada una revestidas de enjundia clara deliciosa, por lo que al comerlo hay que tener cuidado con las pepas. No está claro el origen de su nombre pero sin duda recuerda al periplo del gran navegante Hannón, ya que en español la h es muda y en Guayana la doble consonante se simplifica. Hannón o Anón, partíó desde la famosa Cartago en el norte de África, en el siglo V A.C. aproximadamente, y se dirigió a occidente, yendo plus ultra de las columnas de Hércules, hoy estrecho de Gibraltar navegando desde el mar Mediterráneo al océano Atlántico. Recorriendo la costa occidental africana aparentemente llegó hasta el golfo de Guinea realizando transacciones comerciales en casi todas las paradas que hacía. Tal vez Hannón llegó a Guayana, y dejó el nombre del anón. De hecho, en Brasil se ha mencionado que naves fenicias habrían visitado sus costas en tiempos antiguos dejando varios objetos como evidencia de su presencia. En cualquier caso, el anón es otro fruto bueno de Guayana, porque solamente los árboles buenos dan frutos buenos. ¡Qué rica es Guayana! por eso es que en su escudo hispánico desde 1795 dice "Haud ulli spectaberis impar dives opum variarum" (No encontrarás otra de más variada riqueza).
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