Septiembre fructífero en las tierras bañadas por las aguas del río Orinoco, tanto del lado neogranadino como del lado venezolano. Esta vez encontramos un fruto nativo, no importado: la guayaba. De hecho su nombre lo delata. Típicamente los términos que comienzan con "gua" son nuestra herencia india. Por ejemplo Guayana, guanabana, Guanare, Guatire, Guarenas, etc. La guayaba es un fruto dorado con corazón escarlata lleno de semillas pero muy sabroso. El dulce y la mermelada de guayaba no tienen comparación. El guayabo es el árbol que produce esta aurífera creación, puede crecer hasta cuatro metros con tallo liso pero durísimo, poco derecho y muy torcido. Pero ¡cuidado! si no se coge la guayaba a tiempo puede ser cogida por los gusanos, que se confunden con sus infinitas semillas. Más de un incauto ha mordido la hermosa guayaba y termina sorprendido con gusanos en la boca. A la guayaba hay que cogerla antes de que la cojan los gusanos. Tal vez esa aparente hermosura llena de gusanos por dentro, es la razón de una canción neogranadina, del género del vallenato, titulada !Ay qué guayabo! y que hace referencia a la resaca que queda después de una borrachera. Como decir que la gusanera va por dentro ... y no se ve.
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